PRETOX recibe demandas específicas de información y orientación por parte de personas con problemas de adicción. Las adicciones generalmente desencadenan problemáticas de muy diversa naturaleza. A menudo nos encontramos con personas en una grave situación de exclusión social o en situación de riesgo. Con este proyecto tratamos de evitar o paliar esas situaciones de exclusión o riesgo, trabajando sobre las potencialidades de la persona, con el fin último de incrementar su autonomía.
Con el Proyecto de Apoyo Social Individualizado se pretende dar una atención directa y personalizada cuyo objetivo sería abordar las diferentes áreas en las que el individuo presenta dificultades. Se trata por tanto de recoger las demandas explícitas e implícitas de cada usuario, establecer unos objetivos y trabajar en dirección a dichos objetivo.
En general, la situación de exclusión social no viene definida por una sola variable cómo ser mujer, ser parado de larga duración o adicto. Ninguna de estas variables tiene, por sí sola, la capacidad de desencadenar un proceso de exclusión. Lo fundamental es que, desde diferentes puntos de partida y, a través de procesos diferentes, se converge en una serie de características que son comunes para todas las personas excluidas, y estas características se ven moduladas por otras que definen al colectivo.
Todo paciente debe ser valorado desde las áreas sanitaria, psicológica, social y ocupacional, con el objetivo de, a través del análisis de la información referente a estas 4 áreas, realizar una evaluación del paciente en función de las 7 dimensiones del modelo de atención integral (salud y auto-cuidados, psicopatología, consumo, familiar, socio-relacional, formativo-laboral y de ocio). En Pretox el área sanitaria no la abordamos de forma directa, y se acompaña a aquél que lo necesite y solicite a la Unidad de Conductas Adictivas, médicos especialistas o atención primaria.
El objetivo de este proyecto es evitar que aquellos adictos o ex adictos que se encuentren en situación de riesgo social no pasen a una situación de exclusión, y así paliar las situaciones de exclusión que se detecten, favoreciendo los procesos de inserción/reinserción. Las situaciones de exclusión, propician que las personas pertenecientes a este colectivo no siempre tengan al día la documentación sanitaria, lo que dificulta el acceso al sistema de salud. O simplemente el miedo a no saber manejarse en ese contexto o miedo al rechazo (por aspecto físico deteriorado, analfabetismo funcional, etc).
Estas dificultades de acceso son especialmente preocupantes en un colectivo que, debido a la ingesta de sustancias tóxicas, presentan un delicado estado de salud, existiendo un amplio porcentaje con enfermedades orgánicas crónicas (VIH, Hepatitis, etc.) que requieren atención médica periódica y toma de medicación diaria.
Los problemas de salud mental constituyen un desafío principal en la atención a drogodependientes. Por ello entendemos que uno de nuestros objetivos es facilitar el acceso al sistema de salud e iniciar un proceso de aprendizaje de habilidades funcionales en este campo (cómo solicitar la tarjeta sanitaria, cómo pedir una cita, qué explicarle al médico cuando se acude a cita, etc.). El acompañamiento terapéutico es una estrategia fundamental para la consecución de estos objetivos.
Así, con el diseño del Proyecto de Apoyo Social Individualizado se pretende dar cobertura a necesidades complementarias a las ofertadas por la UCA. Debido al perfil especial de la persona adicta se requiere un tratamiento cercano y humanizado que consiga empatizar con el afectado. De esta manera, el proyecto de Apoyo Social Individualizado de Pretox es más personal, trabajando con los afectados por ejemplo áreas tan vitales para su salud como la higiene donde no se trata sólo de ofertar servicios de lavadora, ducha o ropa sino de conseguir de hagan uso de esos servicios y sea conscientes de la importancia de mantener una correcta higiene diaria. Además se realizan acompañamientos y se trabaja en la adquisición de habilidades que les permitan relacionarse con la sociedad de una manera autónoma y eficaz.
El modelo de intervención social que desarrollamos va más allá de proporcionar recursos a personas que demandan ayuda. Es un modelo de intervención que promueve la integración, entendida como un proceso dinámico y multifactorial que posibilita a las personas que se encuentran en un sistema marginal a participar del nivel mínimo de bienestar social-vital.
La integración supone tener una visión diferente de la persona, que conlleva reconocer sus potencialidades y sus posibilidades. Se trata de paliar el sufrimiento de forma educativa, y, al mismo tiempo, tratar de promover el crecimiento de la persona, creyendo en ella, por muy deteriorada que veces se nos presente. La persona es el centro de la intervención y no el problema en sí. Esta idea comporta un estilo de acción global de la persona, en todas sus dimensiones. Supone además, una máxima participación del ayudado en la búsqueda y solución de sus problemas, con lo cual pretendemos no crear dependencias, movilizando sus energías y posibilidades de las que, a veces, el ayudado no tiene conciencia.
Para ello es necesario “caminar” con la persona en situación de dificultad, comprenderla, acogerla, aceptarla y motivarla, y a partir de ahí explorar soluciones, sin renunciar a realizar un proceso educativo en ese camino conjunto. De este modo se dota de calidad humana las intervenciones con personas en las que el consumo agrava su situación y es consecuencia casi siempre de la exclusión.
Los objetivos de este proyecto son:
- Ofrecer información o asesoramiento a todo aquel que se interese por los servicios de la entidad.
- Favorecer los procesos individuales de integración social de aquellas personas con problemas de adicciones y que se encuentran en situación de exclusión social o en riesgo de exclusión.
- Mejorar la calidad de vida de las personas con problemas de adicciones que se encuentran en situación o en riesgo de exclusión social.
- Facilitar el acceso a la red asistencial normalizada.
- Facilitar el acceso a recursos básicos.
- Mejorar la información obtenida sobre cada caso particular mediante coordinaciones con otros recursos.
- Garantizar la cobertura de recursos a los se pueden acceder.
- Promover hábitos de vida saludables.
- Potenciar la autonomía en el funcionamiento adaptativo sobre aspectos personales.