El proyecto pretende brindar atención a las personas que presentan problemas de adicción y que se encuentran interesados en recibir apoyo psicológico y terapéutico alternativo o complementario a la UCA (centro de referencia).
Las personas adictas se suelen caracterizar por el siguiente perfil psicológico:
- Debilitamiento del yo. Búsqueda constante de aprobación.
- Disminución de la voluntad. Aumento de la pérdida de control.
- Necesidad de gratificación inmediata.
- Autoengaño.
- Baja tolerancia a la frustración. Dificultad para la aceptación de límites.
- Dificultad por encontrar una actividad que le proporcione bienestar.
- Debilidad emocional. Baja autoestima. Dependencia afectiva.
Teniendo en cuenta el colectivo al que se dirige este proyecto y su perfil psicológico, también diferenciamos a los beneficiarios por sus motivaciones con respecto a la atención, sus características personales y sus circunstancias vitales.
Los procesos de dependencia a drogas y de adicción en general repercuten integralmente en las personas que los experimentan. Tanto su salud como el conjunto de su funcionamiento adaptativo son alterados más o menos significativamente. La incorporación de la búsqueda de la droga o la realización del comportamiento adictivo a su cotidianeidad provoca, en primer lugar, una desorganización de su constitución personal previa (motivaciones, expectativas, habilidades para la realización personal, autoconcepto, manejo de impulsos, red de conocimientos,…) y, consecuentemente, una reacción negativa de su entorno relacional previo, que alimenta naturalmente el impacto sobre su identidad.
El proceso de rehabilitación de estas funciones personales alteradas requiere mayoritariamente una revisión de su equilibrio personal, en diferentes niveles: cognitivo, comportamental, emocional, familiar, social y laboral, como parte del proceso de motivación para el cambio y adquisición de nuevas experiencias constructivas, o al menos, a la contención de comportamientos destructivos. En este proceso es fundamental reelaborar las vivencias previas al inicio de los consumos problemáticos y las experimentadas durante la dependencia, y fortalecer una perspectiva equilibrada de su nueva situación.
Aunque parece obvio que el objetivo de la intervención, para la rehabilitación de la dependencia o adicción, es conseguir que los pacientes alcancen un adecuado grado de funcionamiento, la complejidad del curso de los trastornos por consumo de sustancias, la tendencia a la cronicidad y la todavía escasa sistematización y adecuación de las diferentes técnicas de intervención hacen que el profesional deba tomar muchas decisiones teniendo como meta final la abstinencia, aunque considerando una serie de metas parciales, mucho más realistas. Hay que tener en cuenta que la abstinencia no garantiza una forma de vida saludable, por lo cual hay que reforzar la importancia del cambio a nivel integral para mejorar la calidad de vida de los pacientes.
Finalmente señalar que, según consta en el art 36 punto 16 de la Ley Orgánica 4/2015 del 30 de Marzo sobre la protección y seguridad ciudadana, se consideran sanciones graves “El consumo o la tenencia ilícitos de drogas tóxicas, estupefacientes o sustancias psicotrópicas, aunque no estuvieran destinadas al tráfico, en lugares, vías, establecimientos públicos o transportes colectivos, así como el abandono de los instrumentos u otros efectos empleados para ello en los citados lugares”. Y la disposición adicional quinta admite la “Suspensión de sanciones pecuniarias impuestas por infracciones en materia de consumo de drogas tóxicas, estupefacientes o sustancias psicotrópicas cometidas por menores de edad. Las multas que se impongan a los menores de edad por la comisión de infracciones en materia de consumo o tenencia ilícitos de drogas tóxicas, estupefacientes o sustancias psicotrópicas podrán suspenderse siempre que, a solicitud de los infractores y sus representantes legales, aquellos accedan a someterse a tratamiento o rehabilitación, si lo precisan, o a actividades de reeducación. En caso de que los infractores abandonen el tratamiento o rehabilitación o las actividades reeducativas, se procederá a ejecutar la sanción económica”. En algunos casos, tras la pertinente tramitación por parte de Pretox, y, si es, admitida a trámite, la intervención se lleva a cabo por los profesionales del centro.
La intervención psicológica se refiere a la evaluación y tratamiento de los procesos y fenómenos psicológicos, conductuales y relacionales que inciden en el proceso adictivo, así como al asesoramiento y orientación de los comportamientos de los familiares, parejas o personas que convivan con el paciente (incluido el personal de los recursos residenciales).
La intervención del psicólogo en PRETOX se realiza en sesiones individuales y conlleva la coordinación con otros recursos específicos o no de tratamiento de las adicciones.
La deshabituación es el proceso por el cual la persona consigue reducir o eliminar la conducta de riesgo o el deseo de consumir la sustancia y regular y/o modificar las causas que le incitan al consumo o que lo mantienen. Es una fase más larga durante la cual el paciente aspira a la incorporación de repertorios de conducta que le permitan enfrentarse con éxito a situaciones de riesgo ya sea de consumo de drogas o de desarrollo de la conducta adictiva. Esto implica la ruptura con hábitos de consumo, el refuerzo de la autonomía personal y el aprendizaje de estrategias de afrontamiento adecuadas para el logro de un estilo de vida libre de drogas y adicciones.
En el periodo de rehabilitación, el sujeto debe ir integrándose de manera progresiva en su medio familiar y social, de modo que pueda desarrollar una vida autónoma sin presencia de su adicción. Hay que tener en cuenta que las adicciones son enfermedades crónicas, y no puede aplicarse el concepto médico de curación, ya que nuevas puestas en práctica de las conductas adictivas ocurridas tras largos períodos de abstinencia, reactivan el proceso de dependencia. Es importante durante esta fase centrar la atención psicológica en la posibilidad de la existencia de recaídas, pues suceden incluso años después de reorganizar la actividad y alimentar su identidad mediante experiencias incompatibles con el desarrollo de conductas adictivas o consumo de drogas. La atención psicológica se dirige a la identificación de situaciones de riesgo, al fortalecimiento de respuestas alternativas al consumo, al restablecimiento de relaciones alteradas, y a la definición de un estilo de vida libre de adicción, caracterizado por el desarrollo de capacidades sociales y profesionales, a la obtención y mantenimiento del empleo, cambios en las actividades de ocio y al abandono radical de ambientes relacionales dominados por patrones de consumo elevados.
Desde PRETOX se aborda el problema de las adicciones entendido dentro de un conjunto de factores interrelacionados donde el comportamiento de una persona sólo se puede entender dentro del contexto del sistema en el que aparece. Así, desde el apoyo psicológico, se busca modificar conductas interviniendo en aspectos tan variados como rutinas, actitudes, emociones o relaciones sociales. Dentro de este último aspecto la familia es el eje principal, entendiendo esta como un sistema abierto y viviente con varios subsistemas que comparten una historia e intentan mantener una identidad como sistema. El cambio de una parte de uno mismo es seguido de cambios compensatorios en otras partes del sistema a fin de mantener la homeostasis del conjunto.
Los objetivos de este proyecto son:
- Atender las demandas de ayuda recibidas por parte de personas que presentan algún problema de adicción o consumo de sustancias.
- Favorecer el avance de los usuarios en las distintas fases del proceso motivacional.
- Mejorar la calidad de vida de las personas con problemas de adicción.
- Mejorar las relaciones familiares como parte de la búsqueda de una mayor satisfacción personal y la evolución en el proceso de deshabituación.
- Cubrir el mayor número de áreas de necesidad de cada demandante, ampliando la red de servicios que ofrece la entidad a través de la derivación y contacto con otros recursos.
- Conseguir la abstinencia o, en su caso la reducción de la conducta adictiva y el mantenimiento a lo largo del tiempo reduciendo así las conductas de riesgo asociadas a dicho consumo y que son perjudiciales para el individuo.
- Mejorar las habilidades de autodirección (responsabilidad, tolerancia a la frustración, conciencia de limitaciones y potencialidades, intereses, toma de decisiones, solución de problemas, gestión del dinero, ocio…).
- Mejorar las habilidades sociales (expresión y respuesta a emociones e ideas favorables o críticas, ajuste a situaciones, asertividad…).